Energía oceánica.
Energía mareomotriz:
Puede obtenerse energía mareomotriz construyendo una presa o embalse en un estuario o bahía con una marea de al menos 5 metros. Unas compuertas en el embalse permiten que se acumule la marea de entrada en una cuenca tras él. Las compuertas se cierran para que, cuando fluya la marea, pueda ser canalizada por turbinas para generar electricidad. Se han construido modelos de este tipo en estuarios de Francia, Canadá y China, pero la combinación de unos costes elevados de los proyectos con objeciones medioambientales sobre su efecto en los hábitats ha limitado la expansión de esta tecnología.
Energía de oleaje y mareomotriz:
En la generación de energía de oleajes, una estructura interactúa con las olas, convirtiendo esta energía en electricidad mediante un sistema de aprovechamiento de energía hidráulico, mecánico o neumático. La estructura se mantiene en posición con un sistema de anclaje o se coloca directamente en los fondos oceánicos o en la costa. La corriente se transmite al fondo del océano mediante un cable flexible sumergido y a la orilla mediante otro cable submarino.
Los convertidores de energía de oleaje pueden realizase a partir de grupos conectados de generadores pequeños de 100 – 500 kW, o varios módulos mecánicos o interconectados hidráulicamente pueden crear un generador de turbina individual más grande, de 2 – 20 MW. Las grandes olas necesarias para abaratar la tecnología se originan, en muchos casos, a grandes distancias de la costa, necesitando cables submarinos costosos para transmitir la electricidad. Los conversores también ocupan mucho espacio. La energía de las olas tiene la ventaja de ofrecer un suministro más predecible que la energía eólica y puede instalarse en el océano sin una gran intrusión visual.
Actualmente no existe una tecnología comercialmente líder para la conversión de la energía de las olas. Se están desarrollando diferentes sistemas en el mar para pruebas de prototipos que incluyen un dispositivo de boya flotante PowerBuoy de 50 kW instalado en Hawaii, un dispositivo Pelamos de 750 kW, con secciones unidas cilíndricas semi-sumergidas, en funcionamiento en Escocia, una turbina de corriente mareomotriz subterránea de 300 kW que funciona en el suroeste de Inglaterra, un Stingray de 150 kW que también aprovecha corrientes mareomotrices, y un generador de energía por oleaje costero de 500 kW que funciona en la isla de Islay, Escocia. La mayoría del trabajo de desarrollo de estas tecnologías se ha realizado en el Reino Unido.
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